En silencio, muy quieta. Calmada, serena, dejándome llevar por la corriente, que las estrellas penetren en mi alma, que los latidos del corazón acompasen mi respiración...
Volverme hacia dentro, a conocer los sentidos, los que me conmovieron hace tiempo, hace rato, ayer, mañana. Mi esencia, lo verdadero de mí misma.
Sentir el leve contacto de mi alma acercándose intangible por sobre cada pedazo de la realidad... Viajar sin moverme, únicamente pensando en quien me piensa y en quien no me olvida. Recordar….
Soñar con lo que es y lo que no fue, con lo que deseo...
Tener claridad... un momento, que sea eterno, que me regrese a donde todo empezó, que sea un sonido el recuerdo, que sea un beso del universo que me toca donde nadie lo hizo antes, ese instante que me dio todo y que me quitó todo en un segundo… dejándome con preguntas, con ganas de volver a saber lo que supe en ese instante.
Creer otra vez, como cuando no sabía por qué volaba una mariposa o por qué el cielo nocturno se llenaba de luces que no iluminan plenamente pero que podían guiar el sendero... suponer la magia como religión de mi espíritu, dejando ser cada fibra de mi ser y entregarme a esa quimera.
Y así tener respuestas sin palabras, sólo mis sentimientos lo sabrán y me sentiré plena. Del contacto. De estar enlazada a vos... en tan franca pureza… sin mezquindades… sólo por lo que sos y por lo que hacés que sea… Enlazada a vos, para siempre.
3 comentarios:
Ay, mi querida Anita, es eso lo que te hace tan especial, ese conmovedor momento en que te dejas llevar para volver a la esencia, a pesar de todo y de todos, nadie te ha podido arrebatar esa magia de la que hablas y nadie podrá hacerlo jamás. No cualquiera conoce el camino para llegar al espíritu, a la luminosidad, no cualquiera mantiene intacto el asombro, como los niños, ni cualquiera sabe que cuando la vida se ensaña con la "pureza", no hay nada mejor que cerrar los ojos y volver a casa...
Mi abrazo continúa...un beso y gracias por la belleza que siempre encuentro en tus palabras.
...no te puedo decir nada... esto es más de lo que el corazón del ángel puede soportar, ¡cuanto amor!... un abrazo tan grande como el oceano que nos separa...
Gracias por visitarnos, te devuelvo la visita.
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