Amanece, la luz desdibuja los contornos oscuros y emergen lentamente los colores.
La resina dulcemente va entibiándose y el aroma embarga pausadamente al valle.
El murmullo sordo del agua entre las rocas del arroyo, parece mecer el vaivén delicado de los retoños en el pinar.
La luz es más evidente y ya los rayos de sol se filtran y aclaran las formas.
Sobre un tronco caído, tanto tiempo atrás que sólo las rocas lo recuerdan, apoya su cabeza, descansa y duerme plácidamente Jack Twist.
Su rostro está sereno, casi podría decirse que sonríe... seguramente está teniendo sueños agradables.
Uno de esos rayos de sol le llega hasta los párpados cerrados y se trasluce a través de su piel... lo trae de regreso y pestañeando perezosamente Jack despierta.
A su lado, al abrir finalmente los ojos, descubre sentado en el mismo tronco, un hombre.
Jack no reacciona inmediatamente, por el contrario, sonríe y lo observa, luego repara en que no es quien espera ver y sobresaltado se levanta.
El hombre permanece en su sitio.
- ¡Buenos días Jack!
- ¡Cristo! ¡Qué susto me ha dado! ¿Quién es usted? – Jack retrocede y se aleja un poco. Mira a su alrededor - ¿Dónde estoy? ¿Brokeback? ¿Cómo…?
- No quise asustarte, pero estar a tu lado cuando despertaras era mejor que aparecerte de golpe... En cuanto a quién soy, ya lo has dicho. Y sí, estamos en Brokeback Mountain.
- ...
- ¿Jack?
- ¿En Brokeback? – Jack se aleja más y busca en derredor. Entonces grita – ¡Ennis!
- En Riverton Jack, Ennis no está aquí. – le dice el hombre sin necesidad de elevar el tono.
Jack sigue dando vueltas siempre lejos de él, de pronto se vuelve impotente, se lo ve asustado, los ojos con lágrimas.
- ¿Cómo te sientes Jack?
- Me siento... confundido, no entiendo qué hago aquí y ¡¿quién es usted, por Dios?!
- Ya lo has dicho dos veces, Amigo.
- ...
- Mírate por favor.
Jack se observa a sí mismo. Sus manos jóvenes, fuertes, sus ropas gastadas, las botas añejas y baqueteadas... En el bolsillo trasero encuentra los guantes de cuero que llevó en aquel verano del ’63, impecables. Se toca la cara, suave, recién afeitada. No tiene bigote. Se palpa el abdomen y sonríe... desapareció la panza. Se saca el sombrero: el viejo Resistol. Nuevo.
- ¡Pero si parece que tengo otra vez 20 años! – El tono de voz ha subido, casi reconocemos al joven Jack... - ¿Cómo es posible? Acaso… ¿estuve soñando mi vida? ¿Ennis fue solamente un sueño?
- No Jack. Has estado soñando, si, recordando todos los buenos momentos. Pero es hora de despertar. Hay cosas por hacer. – el joven Jack frunce el ceño y mira extrañado a ese hombre, con desconfianza. El hombre al fin continúa… - Jack, has muerto...
- ¿Muerto? Pero, no es posible, no siento… ¿Cómo? ¿Cuándo?
- Si te esfuerzas podrías recordarlo, pero te advierto, no fue bonita tu muerte Jack. Hazlo si quieres pero... – Jack lo interrumpe.
- En el camino… - Se estremece mientras clava sus ojos en los del extraño, una sombra de dolor endurece sus facciones.
- Si, en el camino. Ahórrate los detalles, es mejor no pensar cómo.
- ¿Dios?
- Si, soy yo. ¡Hola Jack! – El semblante de Dios se ilumina un poco, tal vez porque la luz primera del día todo lo renueva, o tal vez son sólo los ojos de Jack que ven todo distinto esta mañana.
- Dios… - Jack agacha la cabeza, retrocede y va a dar la espalda. – No entiendo qué haces hablando conmigo, yo soy un...
- ¿Un qué? ¿Un "Pecador"? ¡Oh Jack! – Dios se ríe y los pájaros parecen cantar en derredor, es una risa cristalina, una risa que invita al atribulado Jack a sonreír también.
- ¿Por qué te ríes?
- Porque eres un ser lleno de amor Jack Twist, por eso. Nunca nadie debería haberte dicho o hecho pensar que eres un pecador. – Dios se acerca a Jack y apoya ambas manos en sus hombros - Hasta cuando te "desviaste" del camino, siempre lo hiciste reaccionando por amor: a tus padres, a tu mujer, a tu hijo, a Ennis...
- ¡¿Cómo pude pelear así con Ennis?!. No sabía que era la última vez. Lo lastimé tanto – Jack cae en los brazos de Dios y llora. Dios lo abraza y acaricia su pelo, lo conforta sin palabras. Permanecen así un rato. Finalmente es Dios quien habla:
- Te aseguro que para Ennis finalmente fue sólo una pelea más de tantas. Ennis te vio más humano que nunca y se dio cuenta de que le diste tanto como un ser humano puede dar. Y él a ti. En todo este tiempo ese fue uno de los aprendizajes de Ennis.
Jack se separa de Dios y lo mira.
- ¿Dónde está él?
- Ya te dije, en Riverton. Está muy cansado. Ya las fuerzas lo abandonan.
- ¿Se ha enterado de mi muerte?
- Hace tiempo, demasiado tiempo sobreviviéndote... la tristeza lo está acorralando.
Jack se intranquiliza y mira con desespero a los ojos de Dios, sus ojos azules se empañan entre lágrimas.
- ¿Cuánto hace que he muerto? ¿Cuánto llevamos separados?
- Años. Él se ha mantenido con tu recuerdo. Tu madre le dio las camisas, ese fue su objeto de supervivencia... Pero ahora...
- Me necesita. Lo sé. Lo siento.
- Entonces estás listo para ir a su lado y cuando él esté listo...
- ¿Vamos a recordar juntos? Quiero decir, Ennis y yo ¿compartiremos ese sueño que tuve hasta hoy? – Jack mira a Dios anhelante, expectante.
- No.
- ... – Vuelve la angustia a la cara de Jack. Pero Dios le sonríe.
- Vivirán Jack.
- ¿Otra vez? ¿Otra oportunidad? – El tono es una mezcla de alegría y bastante temor.
- No exactamente... volverán aquí. Mira, pongámoslo así: tú has dormido desde tu muerte, recordando vuestra vida juntos. Él apenas ha sobrevivido desde tu muerte, con la única felicidad de tu recuerdo. Ahora es el momento para continuar más allá de lo que los separó.
Silenciosamente hay lágrimas nuevas en los ojos de Jack.
- Una vida juntos… libres.
- Si. Empezará aquí… ustedes luego decidirán… serán libres para hacerlo. – Dios mira en derredor e invita a Jack ha hacer lo mismo – Me pareció un buen comienzo… - Le sonríe.
- ¡Claro que si!
Dios mira a Jack nuevamente a los ojos, a la vez que hay serenidad en ellos, también se vislumbra preocupación:
- No será fácil Jack. Ennis está muy triste, solo, apartado por sí mismo de todos. Últimamente sólo ha vivido para tu recuerdo. Quiere reencontrarse contigo, pero teme. Tiene el mismo miedo que tú tenías hasta hace un instante… Deberás hacer que te sienta en su corazón y que se acerque a ti. Sólo así podrá llegar contigo para regresar a Brokeback.
- Entiendo. ¿Tengo que ir a buscarlo o vendrá aquí?
- Debes irte.
En el pinar se escucha un relincho, dos. Se mueven las ramas y aparecen Colilla y la yegua baya espantadiza que montó Jack en Brokeback Mountain aquel verano.
- Has pensado en todo.
- Si. En todo. ¿Qué esperabas?
Jack ríe cómplice y feliz. Monta la yegua que se encabrita y se pone en dos patas. Casi lo tira.
- ¡Oye! No tengo más la armónica, no hace falta que te enojes. – Le grita a la yegua mientras retoma el control.
- Bueno… eso no es del todo cierto Jack. Mira en la alforja por favor. – Dios sonríe mientras ve la cara de Jack
- ¡Mi vieja y aplastada armónica! ¡Nueva!
- Ennis definitivamente podrá escucharte mejor así ¿No crees?
Por respuesta, sólo una gran carcajada de Jack. Luego toma de la brida a Colilla, le pasa un lazo y la ata a su montura. Va a alcanzar el camino, cuando se vuelve y grita.
- ¿Volveré a verte?
- Seguramente.
- ¡Mejor! Es fantástico hablar contigo. Lo haré más seguido, aunque no te vea.
- Bien. Y ahora vete de una vez, Ennis del Mar está esperando por ti.
Comienza el descenso. Dios se queda mirando mientras Jack desaparece entre el pinar. Cuando la imagen de Dios va fundiéndose en el paisaje, el sonido de una desafinada armónica resiente la belleza del entorno.
Dios sonríe.
- Espero que Ennis sepa disculparme por darle para la eternidad ese instrumento…
8 comentarios:
Gracias,Ana... Nuevamente y siempre.. GRACIAS!!
Ha sido precioso. Me he emocionado un poquito, pero que voy a esperar de ti, si sabes donde tocar esa cuerda que hay en mi para hacerla vibrar.
Gracias, un beso grande grande grande.
Hermoso y llorado el camino recorrido para unir los cabos del más maravilloso epílogo de un amor...sí, ya veo como continúa:
“Ennis...”
Me he despertado de un salto, porque he oído su voz tan clara como si estuviese a mi lado, casi he sentido sus labios rozándome el cuello cuando ha susurrado mi nombre...
Gracias vecina querida por la belleza y la emoción que no tienen fin, gracias por este episodio indispensable y terriblemente conmovedor...
Pense que ya no me quedaban más lágrimas...
gracias
"Ennis" susurro.
- Jack? Estas aquí? Te he esperado tantos años....
Solo gracias. No me sale nada más.
plenilunio no sabe que decir...
Nadie más digno de ser recibido de por el mismo Dios que Jack Twist... pues ha sabido dar amor y recibir amor, y muchas veces sin esperar nada a cambio...
Que bonita historia, tengo los ojos cuajados de lagrimas, me encanta que le devuelva la armonica, es todo... Perfecto.
Pero... ¿como continua? Ennis se va con el supongo pero me gustaría leerlo tambien.
Muchas gracias por esto, muy muy bello.
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