Pero... ¿cómo sospechar cuándo algo lo hacemos por última vez? Pocas veces somos conscientes de ello: la última vez que tenés algo en las manos, o a alguien entre tus brazos; la última vez que percibís su aroma; la última vez que te susurraron “te quiero” mientras bailabas un lento; la última vez que te flaquearon las rodillas cuando te besaban; la última vez que sentiste tu corazón atropellándose en el pecho porque te acercabas al ser que amabas; la última vez que te sentiste sol@; la última vez que no quisiste estar más sol@... Todas esas "últimas veces", anteriores a que algo cambiara en tu vida... y ya nada fuera lo mismo.
Soy una militante de “la última vez”, de saborear ese momento perfecto, único, final de algo... y aún así no reparé cuándo fue la última vez que mi hija necesitó de mis brazos para dormirse o la última vez que tuve miedo de no conocer el amor...
En mi “cacería de momentos” siempre estoy observando para no perderme del detalle, de la última vez que alguien sonrió (procuraré que lo vuelva a hacer), la última vez que vi a un viejo amigo (trataré de verlo lo más pronto posible)... y aquí llegamos a la última “última vez” de la que fui partícipe ayer... cayó a mis manos un diario en el que vi que aún estaba en un cine nuestra película y supe que era la última oportunidad: mañana sale en DVD. Entonces recordé a Pon que me dejó aquel mensaje diciendo que siempre andaba mirando en las carteleras a ver si aún la daban y también recordé a Un_Angel que dijo que en su ciudad la sacaron pronto de cartel... me sentí una privilegiada, debía hacerlo, era un homenaje, un último homenaje a esa emoción que sentimos ahí, anónimamente, en esa oscuridad tan íntima de una sala cinematográfica.
¿Qué me sucedió ahí? Pues que lloré al primer punteo de guitarra... pero luego me entregué a la experiencia... estuve sobrevolando la historia, alejándome y hasta observándome a mi misma sintiendo lo que sentían Ennis y Jack y luego me volvía a zambullir en esos sentimientos... fue como un embriagante brindis...
Ahora, elaborando este post vienen a mí las preguntas sobre la última vez de la historia...
¿Qué hubiera hecho Ennis de saber que aquella era la última vez que iba a estar en los brazos de quien amaba? ¿Qué hubiera dicho y qué hubiera callado? ¿Hubiera dormido menos? ¿Hubiera discutido el próximo encuentro al principio de la semana para tener todo el resto de los días para reconciliarse? ¿Hubiera compartido la risa de Jack con sus hijas para que lo conocieran un poco más?
¿Y Jack? ¿Qué hubiera hecho Jack de saber que era la última vez que iba a dar y recibir amor; que era la última vez que sus ojos verían a su otra mitad alejarse de él, partiendo lentamente hacia la realidad? ¿Hubiera compartido con Ennis aquel recuerdo de la hoguera? ¿Lo hubiera besado y acariciado más, hasta dormirse entre sus brazos? ¿Hubieran hecho más el amor o hubiesen mirado más las estrellas juntos?
Pero Jack se llevó sus recuerdos, hasta la próxima vez.
Y Ennis quedó, con su corazón colmado de sentimientos por compartir, hasta la próxima vez...
Porque estoy equivocada, esa no fue la última vez, tan sólo pasarán un tiempo lejos: Jack lo espera y Ennis va en camino, más despacio, hasta el próximo encuentro, hasta la próxima vez.
3 comentarios:
...el secreto debe residir en vivir cada cosa como si fuese la última vez...despues de leerte me he planteado cuantas cosas habría disfrutado más si hubiese sabido que era la última vez, o cuantas actitudes habría rectificado de haber sabido que no habría una oportunidad de enmendar el error. (aunque eso suponga el ser consciente de estar cometiendo un error, y yo... bien, quizás a veces sí he actuado con la sensación consciente de estar obrando incorrectamente,que corcho, soy un angel pero no soy perfecto).
Yo cuando leo tus palabras me emociono como la primera vez pero las disfruto como si no pudiese volver a leerte más, créeme.
Gracias por tus hermosos comentarios sobre BBM y una vez más por incitarme a la reflexión y al examen de conciencia.
Un abrazo grande-grande.
Cada día pienso que al siguiente no podré emocionarme más, y sin embargo tú eres una de las personas que consigues que caiga en un estado que se parece mucho al enamoramiento. Todos los días pensando que estaréis haciendo, abriendo el correo en busca de una postal, trabajando con una sonrisa de tonta permanente...
No quiero pensar hoy en la última vez que hice algo, solo quiero dar gracias porque contigo tuve una primera vez y la historia continúa...
Gracias Ana
Nada que agregar, nada que quitar (w), simplemente perfecto, una llave que abre cerraduras de puertas firmemente cerradas, pero con un halo de luz a la altura del suelo.
Gracias vecina por la reflexión y la hermosa vista de tu casa. Un abrazo eterno.
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