Viernes 3 de octubre de 1986

Hacía unos días se corría el rumor, incluso lo hablé en casa y mamá me instó a que lo haga y yo dudaba... finalmente Jorge, el profe de Catequesis pasó el aviso:
"Se está organizando un grupo para participar el próximo sábado de la Peregrinación a Pié a Luján, los que quieran ir, vayan en el segundo recreo a la sala de proyecciones, ahí vamos a hablar de los detalles y quiénes van"
Le comenzaron a hacer preguntas, él sonrió y no contestó ninguna, derivó todas las inquietudes para la reunión... y siguió con la clase.

En el primer recreo comenzaron los comentarios, la preguntita obligada "¿vas?"

Había escuchado buenas referencias sobre la Peregrinación, de lo magnífica que podía ser la experiencia... pero ¡¿a pié?!

-Va Martín.
-No te creo.
-Escuché que se lo decía a Fernando. Tenés que ir.
-¿Estas segura que va él y no Fernando, el hermano?
-Te digo que escuché cuando le decía que se encontraban en la sala de proyecciones en el segundo recreo... ¿querés más pistas?
-Podría aprovechar la reunión para estar cerca, para verlo.
-Podrías ir.
-¿Caminando a Luján?

Tocó el timbre, había que volver a clases. Y la conversación con mi amiga quedó allí.

Llegó el segundo recreo y fui... era una oportunidad de ver a Martín, no podía desaprovecharla...
Martín era de otro curso, de un año menos incluso... me gustaba y a él parecía que yo también... no estaba segura... a veces coincidíamos en la ida o vuelta al colegio y teníamos una linda charla...
Cuando entré a la Sala de proyecciones... ¡estaba atiborrado de chicos!
De Martín ni noticias, no pude ver si estaba allí... como pudimos nos acomodamos y cuando al fin se callaron todos, se escuchó a Jorge:

"Son 70 Km. Salimos de Liniers, mañana sábado a las 12:30 Hs. Tienen que estar TODOS a las 12:00 Hs. Éste será el estandarte (un paño verde y rojo pendía de un largo palo, las letras doradas informaban: Instituto Pío XII, Villa Bosch), no se alejen del estandarte, atrás o adelante, pero siempre manténganse cerca. Volveremos en colectivos que nos estarán esperando en Luján. Si alguno se cansa a mitad de camino, se lo ayudará para que regrese a casa. Tenemos que saber más o menos cuántos van así se piden los vehículos necesarios. Si no están seguros de poder terminar, no vayan, ¿entendido? Esto no es una prueba de atletismo, es una prueba de Fe. Ir a Luján puede ser una experiencia hermosa, conocerán gente, se conocerán a ustedes mismos inclusive. La peregrinación dura todo el día y a veces toda la noche también, depende de cada uno. Insisto, no es una carrera por quién llega primero, lo importante es hacer el esfuerzo por llegar..." y luego siguió con los detalles de la caminata, el recorrido, qué llevar, que no llevar...

No sé qué fue, tal vez la elocuencia de Jorge, uno de mis profes favoritos, tal vez el ambiente de entusiasmo que me rodeaba... en fin... me anoté para ir... ¿Martín? No lo pude ver en la Sala. No sabía si se había inscripto. ... pero yo sí, e iría caminando a Luján...

Mañana seguimos...