PALABRAS AL SUR DEL MUNDO

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Encanto Azul

Encanto Azul
Blog sobre John Barrowman

24 octubre, 2006

Empezar

Las despedidas marcan un fin y un comienzo. Con una despedida algo, al menos, cambia. A veces es todo, a veces es sólo un poco.
Muchas señales nos indican los cambios: las drásticas que de un momento a otro hacen que todo sea distinto; las leves pero constantes, que invariablemente hacen derivar algo en otra cosa totalmente diferente.
Todas van de la mano del tiempo, en un lapso corto o largo el tiempo es la esencia del cambio: cuando es breve nos sacude, cuando es largo nos lleva cuidándonos de que el cambio no sea un golpe… sólo sucede que un día nos damos cuenta de que todo ha cambiado. Para bien. O para mal.
Las consecuencias pueden ser desastrosas o benditas, todo dependerá con el cristal que se lo mire, todo dependerá de cuántas huellas quedarán en nosotros tras el cambio…
Y el cambio puede quedar plasmado en el sabor de una minúscula arveja o como es conocida en otros lugares, un minúsculo guisante.
El sábado comimos una riquísima ensalada de papas, zanahorias, huevos y arvejas, aderezada con mayonesa, una verdadera delicia, lo que comúnmente se llama aquí “ensalada rusa”. Pero el ingrediente especial eran las arvejas… porque eran las últimas. Porque la empresa que las cosechaba, las procesaba y negociaba, ya no puede hacerlo. Y esa empresa está desapareciendo y así han desaparecido muchas historias, viejos conocidos, viejas épocas, viejos recuerdos que al saborear esa ensalada, al distinguir en nuestros paladares ese sabor casi dulzón, esa textura cremosa… cada uno de aquellos sentimientos recorrieron nuestras mentes y el corazón.
Hasta ese momento, el encuentro no tenía un color. Pero de pronto fue tan verde, como las arvejas y como el nombre de la Empresa que este sábado homenajeó a su empleado más antiguo, ese que se quedó solo trabajando en Buenos Aires, mientras el resto de la Empresa lo hace en Mar del Plata. El empleado del cual prescinde sus servicios dentro pocos días más.
Disfrutamos de un riquísimo asado elaborado por un casi gaucho de sonrisa franca y trato amable. Disfrutamos de la compañía de personas que en su mayoría nunca habíamos visto antes, pero que nos incluyeron entre ellos como si no sólo fuéramos “los de Buenos Aires”. El homenajeado no mira mucho para atrás, sólo dice adiós a los hechos y se lleva consigo los recuerdos, aquellos a los que nunca olvidará. Y se lleva también, todo cuando aprendió… porque no baja los brazos y se deja guiar por sus sueños e intentará concretarlos. Si la Providencia lo acompaña, será uno de esos seres privilegiados que podrá hacer lo que disfruta hacer, trabajará en lo que le gusta: cocinar.
Este fin de semana lo acompañamos a su despedida en la lejana Mar del Plata, a donde fue en calidad de invitado, donde fuimos incluidas en ese homenaje. No hubo lágrimas, pero sí el pecho henchido de orgullo, por lo bueno realizado, por el cariño demostrado, por haber participado de ello. Y porque en lugar de rendirse, el homenajeado no baja los brazos, se arriesga y se lanza a una aventura... no sin temor, pero si con mucho entusiasmo.
Todo un cambio...

16 comentarios:

Ana dijo...

Los homenajes y las despedidas no son tristes si el homenajeado tiene sus brazos extendidos. Bravo por él y por vosotros que tanto le admiráis.
Un beso.

Dalia dijo...

guao!! se merecía eso y más. Que lealtad. No es tan fácil a veces conseguir personas con tanto temple y honor.

Definitivamente, el cambio no es nada fácil. Yo soy absolutamente del tipo cangrejo, no me gusta nada cambiar, me aferro como desesperada a las cosas conocidas y a pesar de todo, mi vida ha estado llena siempre de cambios, de empleos, de vivienda, de ciudad, de amigos, de todo. Creo que la vida se empeña en enseñarte quieras ó no eso que tanto te cuesta y al fin estoy aprendiendo la importancia del "desapego".

Gracias por enseñarnos esta hermosa lección de vida Anita, Hada del Sur.

Anónimo dijo...

Bueno amigos el termino de algo es la esperanza del nuevo comienzo....les envio un montonazo de cariño y ¡glup!! brindo por este nuevo acontecer...


Ro

Anónimo dijo...

Y seguramente con el orgullo del trabajo bien hecho.
Ya me gustaría saludar a esa persona.
Besos Ana Cristina.

Ana desde el Sur del Mundo dijo...

El homenajeado... qué misterio le puse al texto... pues gente, el Homenajeado ha sido el Fauno o sea mi Ariel.
A partir del 1º de noviembre se lanza a la aventura. Se dedicará de lleno a lo que hasta hoy era una segunda actividad: la pastelería y la repostería. Y sus conocimientos no son pocos, léase: cocina riquísimo!!!
También seguirá aprendiendo sobre cocina en general en la carrera de Cheff profesional que está haciendo hace un año.
Como dije, será uno de los privilegiados en hacer para vivir lo que le gusta.
Así que, pues al Homenajeado del fin de semana, ha ido este Homenaje permanente...
Y a ustedes Amigos: Gracias por compartir con nosotros la experiencia.
Los quiero a todos!!!
Ana.

Rosa dijo...

Aquí también desaparecieron muchas empresas, que eran verdaderos simbolos de nuestra nación. Conservan el nombre,pero han formado a ser parte de grandes transnacionales o de grupos extranjeros. Cada vez tenemos menos empresas, realmente nuestras.
Y me imagino que para aquellos que casi fundaron estas, pasaron años de su vida en ellas; pues no ha de ser nada fácil romper estos vínculos.
Pero cada día es un reto, y BRAVO por tú homenajeado. El fin de una cosa, siempre es el principio de otra. El que sea mejor, depende de nosotros. Y yo creo que a este señor, le va a ir de MARAVILLA, es su nuevo proyecto, porque cuando haces lo que te gusta, ya tienes el 90% ganado.
¡HURRA por todos aquellos que nunca bajan los brazos!

Ay, creo que me emocione, un poco más y te saturó el espacio de opiniones.

UN besote

Anónimo dijo...

Bienvenidos sean los cambios, porque representan la oportunidad de crecer y enfrentar los desafíos.
Bienvenidos sean también los agradecimientos por el trabajo bien hecho, algo infrecuente en estos tiempos.
Mis mejores deseos de éxito a Ariel en este nuevo camino, y felicitaciones por sus exquisitos budines...

pon dijo...

Carta para Ariel:

Mi querido Ariel: te escribo para decirte que te deseo mucha suerte en tu nueva andadura profesional, que estoy segura va a ser un éxito. Si en tu trabajo como repostero pones el mismo empeño, cuidado y responsabilidad que pusiste en el anterior, tienes medio camino hecho.
A tus cualidades personales y profesionales se suman dos cosas más importantes aún:
el corazón de Ana, su amor y su compañía, que te sostendrá en el cansancio y en la alegría irá de tu mano. Y el empuje que te da vuestra pequeña, el verla crecer y criarla para que sea una mujer de bien, honrada y buena como su padre y su madre. Hermosa por dentro y por fuera, como sois vosotros.
Te mando un beso muy grande(hoy es suyo el beso con tu permiso, Ana), adelante Ariel, adelante siempre.

Ojalá algún día pudiéramos reunirnos y compartir tus dulces. Lo espero de verdad.

Anónimo dijo...

La vida siempre es cambio, no creo que sea algo que debamos ver como negativo, creo que el cambio es necesario, y aunque pensemos que con el, algo muy nuestro y querido se pierde, siempre hemos de recordar que ese pasado se acrecentará y mejorará en nuestra memoria.

Da Vinci dijo...

Si el adiós es solo el comienzo de un hola esperanzador, sea bienvenido.
Pero es bueno recoger la gratitud de lo que se ha hecho hasta el momento.
Un homenaje, por sencillo que sea, es siempre un tributo y un reconocimiento a la labor realizada.
Suerte en la nueva singladura.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Las despedidas son difíciles hasta el momento en que se inicia algo.
Esos momentos son extraños pero tienen mucho de realidad.
Un besote, amiga, por compartirlo.

un-angel dijo...

Los finales son necesarios, y siempre hay que dejar algo detrás para emprender nuevos caminos y sacar el máximo partido de nuestra vida y nuestras pasiones...
Mucha felicidad para Ariel en su nueva andadura y mucha de paso para ti, su compañera de camino.
besos a los dos

Anónimo dijo...

hace semanas que por falta de tiempo no paso por tu casa, pero llegar es un descanso para los pies caminantes...
suerte al que comienza algo porque aunque los cambios son difíciles tiene las mariposillas en el estómago de lo nuevo, de lo no conocido.
besos Ana

Anónimo dijo...

Gracias a todos de Todo Corazón...
Saludos

Anónimo dijo...

Mucha suerte Ariel.
Pensaré en ti cada vez que saboree un pastel.
Disfruta.

Anónimo dijo...

Muchisima suerte en tu nueva tarea, Ariel... La vida está hecha de etapas... Adelante.
1beso Ana

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